SAL
Entre las aplicaciones más habituales y conocidas encontramos el curtido de pieles y la elaboración de adhesivos, baterías, cerámicas, cosméticos, tintes, explosivos, grasas, fertilizantes, insecticidas, papel, pigmentos, jabones, bactericidas, productos farmacéuticos y de fotografía, detergentes, alcoholes, amoniaco, grasas, ácido hidroclorídico, perfumes, lubricantes, goma, rayón, plásticos y fibras sintéticas, entre otros. También, sirve como nutriente o saborizante para toda la industria alimenticia, como conservador tanto de productos de carne como de productos de leche; Para la industria quimica, la cual elabora plasticos, fertilizantes y vidrios; Como refrigerante y tratador de aguas en procesos industriales; Como ablandador y templador en procesos metalurgicos; Y como elemento para derretir el hielo de las carretas en temporadas de frío.