Puesta a punto para piscinas

  • Vaciar la piscina y eliminar los residuos que se adhieren a su superficie con un producto desincrustante.

  • Limpiar todos los elementos de la depuradora. Un buen cuidado de los filtros hará que el posterior tratamiento químico actúe con mayor eficacia.

  • Rellenar la piscina y regular el pH del agua. El pH es un valor que indica la acidez o basicidad del agua y que se presenta como determinante en el tratamiento del agua ya que la eficiencia de los desinfectantes y floculantes está totalmente condicionada a unos valores concretos del mismo. El valor correcto del pH se encuentra entre el 7'2 y el 7'6, y puede verse modificado a raíz de las condiciones climáticas, de la entrada de agua nueva en la piscina o por la aplicación de productos químicos, entre otros motivos. Por ello, es importante que en períodos de fuerte afluencia de bañistas a la piscina el valor del pH se revise de forma periódica.
El pH es determinante en el tratamiento del agua ya que la eficiencia de los desinfectantes y floculantes está totalmente condicionada a unos valores concretos del mismo.
  • Aplicar un producto desinfectante como el cloro. El cloro es un elemento químico que elimina microorganismos (hongos, bacterias...) y permite que el agua quede visualmente transparente. El nivel de cloro óptimo, situado entre 0'5mg/l y 1'5mg/l, puede verse afectado por la lluvia o por el número de bañistas, por lo que en épocas de mayor afluencia es importante controlar el nivel al menos una vez por semana.

  • Prevenir la formación de algas. Aunque las algas no tienen un efecto negativo directo en la salud de las personas, son la base perfecta para futuros hongos y bacterias, por lo que es importante prevenir su aparición y detener su crecimiento en caso de que ya existan. Para ello, es importante aplicar un alguicida o bactericida, sobre todo si existe un uso intensivo de la piscina o el clima es caluroso, ya que el agua caliente favorece la aparición de algas.

  • Utilizar un producto floculante. Además de los microorganismos y de las algas, en el agua existen unas partículas coloidales que los filtros no pueden eliminar. Para ello, es importante utilizar un producto que provoque la coagulación de las mismas, es decir, que haga que se unan formando un flóculo y se decanten al fondo de la piscina para ser limpiadas posteriormente con un limpiafondos.


Una vez finalizada la temporada de verano y con ello el uso intensivo de la mayoría de piscinas, será fundamental reducir el nivel del agua unos 15 cm, limpiar los filtros y la bomba de la piscina, y aplicar una serie de productos a modo de mantenimiento que permitirán ahorrar esfuerzos y dinero en la puesta a punto de la siguiente temporada.


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